El hábito de orinar parece algo simple y automático, pero en realidad es un tema que la medicina ha estudiado con detalle. ¿Debe un hombre orinar de pie o sentado? Aunque la costumbre cultural y social lleva a la mayoría a hacerlo de pie, varios estudios médicos sugieren que sentarse ofrece beneficios importantes para la salud, especialmente a medida que se envejece.
5 Razones
1. Vaciamiento más completo de la vejiga
Investigaciones realizadas en Europa, donde es más común que los hombres orinen sentados, muestran que esta posición permite un vaciamiento vesical más completo.
- Al sentarse, el suelo pélvico y los músculos abdominales se relajan mejor.
- Esto reduce la llamada orina residual, es decir, la pequeña cantidad que queda atrapada en la vejiga cuando no se vacía del todo.
- Menos orina residual significa menos riesgo de infecciones urinarias, cálculos y molestias posteriores.
2. Beneficios para la próstata
En hombres con hiperplasia prostática benigna (HPB) —un crecimiento no canceroso de la próstata muy común después de los 50 años—, la micción sentada mejora el flujo de orina y disminuye la dificultad para comenzar o mantener el chorro.
- De pie, la próstata agrandada puede comprimir más la uretra.
- Sentado, la presión intraabdominal ayuda a que el vaciamiento sea más eficiente.
3. Menor presión arterial durante la micción
Estudios en pacientes con problemas cardíacos o hipertensión han encontrado que orinar de pie puede producir un aumento transitorio de la presión arterial. Al hacerlo sentado, la respuesta hemodinámica es más estable, lo cual es beneficioso en personas con factores de riesgo cardiovascular.
4. Higiene y salud pública
Aunque no se trata de un problema clínico directo, orinar de pie aumenta las salpicaduras y la dispersión de bacterias en el baño. Desde el punto de vista higiénico, orinar sentado reduce significativamente esta dispersión y ayuda a mantener un entorno más limpio, tanto en casa como en espacios públicos.
5. Confort y prevención de caídas
En hombres mayores o con movilidad reducida, orinar sentado es más seguro, pues disminuye el riesgo de caídas nocturnas al ir al baño medio dormidos. También evita mareos o desmayos que pueden aparecer en algunos casos de síndrome de micción sincopal (un desmayo súbito al orinar, relacionado con cambios de presión arterial).
Conclusión
Aunque culturalmente orinar de pie se asocia con lo “masculino” y la rapidez, la evidencia médica señala que orinar sentado es una práctica más saludable: mejora el vaciamiento de la vejiga, protege a la próstata, ayuda a controlar la presión arterial, promueve la higiene y aporta seguridad en hombres mayores.
En otras palabras, no se trata solo de comodidad, sino de salud urinaria y calidad de vida.
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